Las cuatro de la tarde. Adormecida escucho el repicar de la campana de la iglesia, una y otra vez…. Llaman a ESTORBO.
De las callejas vacías, cuál hormigas marcando sendero, van desfilando las gentes del pueblo al encuentro… Llaman a ESTORBO.
Nunca, hasta que llegué a Alcubilla, había escuchado esta palabra. Nunca, hasta ahora, había sido consciente del trabajo que año tras año, generación tras generación, los vecinos del pueblo vienen haciendo de forma totalmente altruista en beneficio de los demás.Los que venimos de vacaciones, nos encontramos un pueblo precioso, lleno de flores, con los caminos arreglados, las fuentes y los arroyos limpios y las veredas verdes y perfectamente segadas …Nada de esto se hace solo.Cuando vives en una gran ciudad pierdes la perspectiva con respecto a la realidad de nuestros pueblos. La realidad de la escasez de recursos económicos y humanos, que los vecinos de este pueblo se afanan por solventar con grandes dosis de esfuerzo y mucha creatividad.
Llaman a ESTORBO… Llaman a la reivindicación de lo cercano, lo humano, del trabajo conjunto, de la auténtica comunidad.
Llaman a ESTORBO… Llaman a la reivindicación de nuestras tradiciones, de una forma de ser y de sentir.
Llaman a ESTORBO… llama la reivindicación de la España rural.
Teresa Arias Oñoro